¿Qué sucede cuando donamos sangre?
Las donaciones de sangre contribuyen a la mejora de salud y a salvar vidas. Existe una necesidad constante de donación de sangre, ya que la sangre no puede conservarse por mucho tiempo.
Del total de nuestra sangre, 55% es conformada por plasma (agua, sales y proteínas) y 45% de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. La producción de nuevas células de sangre está a cargo de la médula ósea. Se generan de dos a tres millones de glóbulos rojos por segundo.
Al donar sangre sólo se extraen 455 mililitros, es decir, el 10% de la sangre que tenemos. El plasma lo recupera nuestro organismo durante las siguientes 72 horas, pero las células sanguíneas requieren entre cuatro a ocho semanas en recuperarse. Los glóbulos rojos contienen hierro y al donar sangre perdemos casi un cuarto de gramo de hierro, por lo que es normal sentirnos cansados después de una donación.
La donación de sangre no causa ninguna afectación a nuestro cuerpo, al contrario, agiliza la fluidez de la sangre y evita que ésta se vuelva densa.
La Organización Mundial de la Salud designó el 14 de junio como el “Día internacional del donante de sangre”. La sangre no puede producirse artificialmente, por lo que la donación de sangre puede ayudar a que otras personas recuperen su salud.